No hacer nada
Abocados, como estamos, a la sociedad del rendimiento y la productividad, el no hacer nada se ve como propio de perezosos y holgazanes. Sin embargo, hoy sabemos que desde el no hacer podemos ser más creativos, sentirnos mejor con nosotros mismos, con los demás y con el momento presente. Así que… ¿por qué no hacer nada?