Determinadas plantas medicinales son capaces de hacernos sentir que podemos con todo (dentro de ciertos límites). Son auténticos adaptógenos naturales, válidos para tratar de plantar cara al estrés, la fatiga y el exceso de presión física y psicológica.
¿Qué son los adaptógenos?
Existen causas objetivas que favorecen el estrés, como el exceso o la falta de trabajo, los problemas familiares sociales, y los propios conflictos emocionales. Aprender a gestionar el tiempo, las técnicas de relajación o la terapia psicológica pueden ayudar.
Además, la naturaleza nos ofrece plantas que contienen sustancias capaces de regular nuestro sistema nervioso de manera que podemos hacer frente al estrés, el cansancio o las enfermedades.
Estas plantas contienen adaptógenos, que son sustancias (compuestos esteroideos, lignanos, terpenos, alcaloides, etc.) que actúan sobre el eje hipotalámico pituitario adrenal y reducen la respuesta al estrés en la fase de alarma, retrasan o previenen el agotamiento y brindan un cierto grado de protección contra el estrés a largo plazo.
Los adaptógenos, además, suelen tener un efecto regulador sobre la inmunidad y el metabolismo energético.
Desde hace miles de años la humanidad se apoya en ciertas plantas medicinales que son adaptógenos naturales y podemos seguir haciéndolo con tranquilidad.
6 plantas adaptógenas para épocas de estrés
Las plantas adaptógenas regulan la secreción de cortisona, una hormona producida por las glándulas adrenales en respuesta a la situación de estrés. También disminuyen la inflamación y no suelen provocar efectos secundarios: pueden consumirlas personas sanas.
Sus propiedades son un logro de la evolución. Estas plantas son supervivientes que han desarrollado mecanismos para sobrevivir en condiciones extremas, en climas muy fríos o desérticos. Las sustancias creadas nos sirven en momentos de exigencia física o mental.
Estos adaptógenos naturales pueden ayudar a vivir con menos ansiedad y cansancio los momentos de estrés: