El objetivo del yoga es la armonía entre inhalar y exhalar, entre lo físico y lo etéreo, entre el cuerpo y la mente, entre lo que pensamos y lo que hacemos, entre la separación y la unión. Nos ayuda a descubrir nuestra auténtica naturaleza: la de un ser feliz danzando en perfecto equilibrio entre los dos pulsos cósmicos de toda creación.
el Yoga aporta flexibilidad física... y mental
Cuando practicamos yoga con regularidad, enseguida notamos sus grandes beneficios físicos, como un aumento de la flexibilidad, la fuerza y el equilibrio, pero pronto también notaremos que estas cualidades se extienden a otras dimensiones de nuestro ser y que, al flexibilizarse el cuerpo, también lo hace nuestra mente: se vuelve más empática, disolviéndose las rigideces y las creencias que no nos dejan avanzar.
mayor equilibrio entre razón e intuición
Lo mismo ocurre con el equilibrio. Cuando llevamos más presión a un lado del cuerpo o utilizamos un lado más que el otro, la circulación sanguínea y los músculos se reajustan para compensarlo. Esto causa desalineaciones, dolor muscular y asimetrías en la columna y en las caderas.
Devolver el equilibrio al cuerpo a través de la práctica de yoga no solo mejora el estado físico, sino que favorece el desarrollo de una mente más presente y equilibrada entre lo racional y lo intuitivo, lo masculino y lo femenino, lo intelectual y lo creativo.
Mejores relaciones y sensación de paz
Cuando el cuerpo y la mente están en armonía, nuestras relaciones se vuelven más relajadas y tranquilas, porque nuestro entorno refleja una versión mejorada, más equilibrada de nosotras mismas.
Esta armonía nos aporta paz y expresa nuestra verdadera naturaleza profunda, que es el objetivo esencial del yoga.
POSTURAS de yoga QUE TE EQUILIBRAN
Con la práctica regular de la secuencia de yoga que te propongo a continuación, mejorarás el equilibrio y aumentarás la presencia, la capacidad de sentir qué están haciendo tu cuerpo, tu mente y tus emociones. Lograrás una mayor conciencia del lugar que ocupas en el espacio y el tiempo.
Mejorar el equilibrio significa también potenciar el buen funcionamiento de los órganos internos, minimizar los desequilibrios musculares, prevenir las caídas y evitar desgastes articulares, lesiones o fracturas.
Intenta practicar cada una de las asanas con plena consciencia, observando la respiración y las sensaciones que proceden del cuerpo en cada lado de la postura.
Te ayudará aplicar «mula banda» en todas las posiciones: recoge los esfínteres, como practicando una ligera succión y llevando el ombligo hacia dentro.