La mayoría de personas sufre algún dolor de espalda a lo largo de su vida. En no pocos casos la molestia se repite regularmente o llega a ser incapacitante, y el tratamiento convencional protocolario no va mucho más allá de la prescripción de analgésicos. Sin embargo, a finales de la década de 1950 el neozelandés Robin McKenzie ya desarrolló un método diagnóstico y terapéutico para tratar el dolor de espalda que es eficaz y sigue utilizándose hoy en día. Lo mejor es que incluye ejercicios sencillos que puedes hacer en casa.
Ejercicios para el dolor de espalda: método McKenzie
La manera de tratar los dolores de espalda cambió en todo el mundo gracias a McKenzie. El denominado Método McKenzie de Diagnóstico y Terapia Mecánica establece una serie de pautas para que los médicos y fisioterapeutas puedan evaluar el movimiento de una persona, descubrir el origen de sus molestias y aplicar un tratamiento adecuado e individualizado.
Reconocido a nivel mundial y respaldado por la literatura científica, es uno de los tratamientos para el dolor de espalda de origen no específico más usados y recomendados, sobre todo en los países nórdicos y en Australia.
Tres causas del dolor de espalda
Según McKenzie, existen tres causas del dolor de espalda:
- Mantener posturas forzadas.
- Acortamiento de tendones y fascias.
- Gestos repetitivos que afectan a los discos intervertebrales.
La tarea del terapeuta es encontrar la causa y prescribir los ejercicios adecuados para cada paciente. No obstante, el método incluye una serie de ejercicios que pueden mejorar la movilidad de la columna vertebral y la postura, y que pueden utilizarse para tratar el dolor de espalda en la mayoría de casos. Estos ejercicios son sencillos, realmente eficaces y continúan siendo recomendados hoy en día. Lo mejor es que puedes realizarlos por tu cuenta.
Los ejercicios que te explicamos a continuación se llevan a cabo en tres posiciones diferentes: acostado, de pie y sentado. Debes hacerlos despacio, observando la respiración y sosteniendo cada posición durante dos o tres minutos. Si no consigues al principio estos tiempos, haz lo que puedas, sin forzar, y ve alargando la duración en que mantienes las posiciones hasta alcanzar los tres minutos.
Las repeticiones son muy importantes. En cada una comprueba la amplitud del movimiento. Solo tienes que moverte despacio y ponerte en contacto con tu médico si algo no te sienta bien. Puedes repetir la serie completa hasta ocho veces al día.
Si sientes que aumenta el dolor o se produce entumecimiento u hormigueo en una o ambas piernas durante un ejercicio, interrumpe la sesión inmediatamente y consúltalo con el médico o el fisioterapeuta.
Ejercicios para el dolor de espalda baja
1. Ejercicio para descargar la tensión de la espalda baja
2. Ejercicio de extensión lumbar
3. Curva de la espalda
ejercicios para el dolor de espalda con flexión
4. Flexión tumbada
5. Flexión de pie
6. Flexión sentada