En personas con piel sensible, este órgano es hiperreactivo y actúa de forma diferente a las pieles normales. Si es tu caso, es probable que experimentes a menudo síntomas como picor, enrojecimiento, tirantez, sequedad y quemazón. Todas estas sensaciones pueden aparecer por factores internos o externos.
Por lo general, la piel sensible no es un problema grave, sino una condición con la que podemos aprender a convivir. No obstante, cuando aparecen los síntomas por primera vez es recomendable acudir a un dermatólogo para descartar problemas subyacentes.
Hay diferentes posibles causas de la piel sensible. En algunos casos, la piel sensible es de nacimiento.
Otras veces, puede aparecer como consecuencia de quemaduras solares, cambios bruscos de las temperaturas, contacto con sustancias químicas, intolerancias y alergias alimentarias, estrés excesivo, algunos fármacos y cambios hormonales.
cuidar la piel reactiva con plantas medicinales
Cuando la piel es reactiva hay que seguir ciertas pautas y evitar los elementos que la irritan. Además, conviene tratar el cutis con productos específicos para este tipo de piel.
Para el cuidado diario de la piel sensible podemos aprovechar una gran variedad de sustancias vegetales.
Las plantas medicinales pueden ser nuestras aliadas también para calmar el picor, la hinchazón y otros síntomas de la sensibilidad cutánea. También son útiles para la piel normal.